“Es un momento muy interesante, con muchas oportunidades para la arquitectura”.

Dra. Arquitecta por la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid (ETSAM). Programa Construcción y Tecnología Arquitectónicas y Arquitecta titulada en la especialidad de Edificación.  Además curso estudios de grado en Ciencias Ambientales por la UNED.

Es socia fundadora de cc60 Estudio de Arquitectura SLP, un equipo de arquitectas ubicado en Madrid especializado en elaboración de estudios y proyectos de arquitectura, rehabilitación y urbanismo integrados en su medio ambiente. Desde 2003 trabaja en el CSCAE en temas relacionados con el Ejercicio Profesional, la Sostenibilidad, la Arquitectura y Urbanismo tales como la gestión de diferentes programas y proyectos de carácter técnico, cultural y profesional. 

Desde allí coordinó el Área Técnica y la Secretaría Permanente de la Bienal Española de Arquitectura y Urbanismo y de la Bienal Iberoamericana de Arquitectura y Urbanismo.

Directora Ejecutiva de nuestra Fundación Arquitectura y Sociedad desde 2019, trabajo que compagina con el ejercicio de la profesión.


¿Cuáles son los objetivos de la Fundación?


Desde su creación, la Fundación Arquitectura y Sociedad entiende que la arquitectura, por su repercusión directa en la vida de las personas y en el entorno, debe trascender el espacio de la disciplina, demasiado endogámico en muchas ocasiones, y responder a las inquietudes sociales.  Para ello, los arquitectos y arquitectas debemos conocer y comprender las preocupaciones y los desafíos de nuestra época y de nuestra sociedad así como contribuir a dar soluciones que tengan en cuenta (siempre a través de la mejor arquitectura y urbanismo), las demandas relativas a la sostenibilidad, el medio ambiente, la igualdad y la cooperación internacional.

Nuestro objetivo es trabajar en esta dirección y para ello promovemos el debate sobre la arquitectura y la ciudad en un ámbito social más amplio que el estrictamente ligado al trabajo arquitectónico. Investigamos las relaciones interdisciplinarias de la arquitectura con otras áreas de estudio y creación, organizamos debates; patrocinamos premios y becas y, en general, desarrollamos actividades propias de una fundación que contribuyan a mejorar la calidad de la arquitectura y del urbanismo en la sociedad.


¿Cómo interactúa la Fundación con otras disciplinas de la creación, el pensamiento o la economía?


Los programas de la Fundación tienen siempre una vocación interdisciplinar porque entendemos que es la única manera de alcanzar los objetivos que nos interesan. En ese aspecto, nos interesan todas aquellas actividades que nos permiten reflexionar sobre la arquitectura y la ciudad junto con personas vinculadas al mayor número de ámbitos posibles.

Nuestra intención es establecer el mayor número de sinergias que nos permitan compartir recursos y conocimientos con todas aquellas personas, instituciones públicas y privadas, y organizaciones interesadas en la arquitectura y en cómo, entre todos, podemos avanzar hacia un entorno construido con más calidad, más equitativo, solidario y respetuoso con el medio ambiente.

Por ello en todas nuestra actividades tratamos de implicar a expertos en áreas complementarias para que nos ayuden a conformar programas con un enfoque transversal. Nuestras actividades se dirigen a ámbitos relacionados con la cultura, la literatura o el cine, pero también a otros espacios como la industria, la enseñanza secundaria o la tercera edad.

Con ello queremos acercar el urbanismo al mayor número posible de personas porque entendemos que es la manera de conseguir que la sociedad sea cada vez más consciente y más exigente con este sector.


¿Cuáles son sus prioridades como directora de la fundación?


La Fundación en estos más de 10 años de trayectoria ha conseguido consolidarse como una institución de referencia, especialmente en el ámbito profesional y académico de la arquitectura.

Tanto los Congresos Internacionales como el Campus de Ultzama son actividades ampliamente reconocidas por el prestigio y por la calidad de las personas que participan.

Además de mantener estas actividades, una de nuestras prioridades es darnos a conocer en otros espacios en los que consideramos podemos aportar conocimiento y reflexión. Por ejemplo, existe una demanda importante de soluciones de vivienda, especialmente para mayores y jóvenes. La Fundación inició hace algunos años una línea de trabajo de búsqueda de soluciones arquitectónicas ante los retos que plantea el envejecimiento de la población en España.

En esa línea, creemos que es fundamental es trabajar conjuntamente con la industria y las empresas del sector para desarrollar soluciones innovadoras, aplicadas a una arquitectura de calidad, más respetuosa con el medio ambiente y con un programa adecuado a la composición actual de la sociedad.

Queremos mantener y reforzar las sinergias creadas hace años con nuestras empresas colaboradoras para poner a disposición de todos los aspectos más innovadores y propositivos de sus productos y materiales.

Estas reflexiones deben trasladarse tanto a los arquitectos ya consolidados como a los futuros estudiantes de arquitectura, los cuales tomarán el relevo sobre la ciudad. Por ello seguimos trabajando en la configuración de estudios de postgrado para que, con un carácter muy práctico, aborden estas cuestiones.

Por último, nos parece fundamental que los más jóvenes conozcan y sean capaces de comprender y valorar la arquitectura y la ciudad, como elemento configurador de nuestra cultura en todas sus dimensiones. Por ese motivo, queremos apostar, reforzar y ampliar nuestros programas dirigidos a los estudiantes de secundaria que tratan de, a través de conferencias y visitas, darles a conocer su ciudad y la arquitectura de su ámbito más próximo junto con herramientas para comprender y valorar el entorno construido.



¿Qué opina al respecto de la evolución de la integración de los criterios de  sostenibilidad en la Arquitectura?

La exigencia de reducción del impacto ambiental de la arquitectura y el urbanismo es una cuestión totalmente interiorizada en nuestro sector, creo yo. Afortunadamente y desde hace años, se trata de una política de ámbito europeo con directivas que,finalmente, se acaban convirtiendo en normas técnicas de obligado cumplimiento.

Así ha ocurrido, por ejemplo, con el consumo energético asociado al uso de los edificios que cada vez es y será más exigente. Sin embargo, la arquitectura es un proceso muy dilatado en el tiempo, se inicia con el diseño del edificio pero concluye muchos años después con la demolición del mismo. Esto implica que para ser rigurosos y eficaces la integración de los aspectos ambientales se debe contemplar todo este proceso, es decir, el ciclo de vida completo del edificio.

Una vez que el consumo energético ligado al uso se haya reducido, la energía asociada a la construcción empezará a tener un peso importante en el cómputo global y esa es la línea en la que ahora se está trabajando.

Es preciso desarrollar protocolos de evaluación que contemplen todos estos aspectos aunque suponga un importante esfuerzo por parte del sector a la hora de aportar datos sobre los impactos en la producción de materiales y sistemas, en el proceso de construcción y en la futura demolición y reciclado o reutilización de materiales.

El análisis ambiental acaba afectando no sólo a un sector, sino a un enorme conjunto de industrias y agentes, y en definitiva a la organización económica de una sociedad.

En último término, una integración real y eficaz de la sostenibilidad debe estar relacionada con una economía circular que apuesta por la reducción de los ciclos de la energía y de los materiales. En el actual contexto esto lleva necesariamente a trabajar en la ciudad y en los edificios existentes para proponer soluciones que minoren su impacto y mejoren la calidad de vida de los habitantes.

En este momento el mayor reto al que se enfrenta la humanidad es el ambiental, por las enormes consecuencias que tiene y puede llegar a tener para todos. Los arquitectos, junto con las empresas de materiales y sistemas, pueden poner al servicio de la sociedad su capacidad innovadora y creativa para ofrecer soluciones.


¿Cómo valora la colaboración de Mapei como patrono de la Fundación?


Para la Fundación, Mapei es un aliado estratégico porque tiene todos aquellos valores que nos parecen fundamentales para conseguir un sector de la construcción al servicio de las necesidades de la sociedad. Su apuesta decidida por la investigación y la innovación y el compromiso ambiental encajan perfectamente con los valores que quiere promover nuestra Fundación. En este año vamos a ampliar las actividades que organizamos de manera conjunta para dar a conocer sus productos y soluciones para la arquitectura.


La Arquitectura y Sociedad están cambiando muy rápidamente por diversos factores como la tecnología, la movilidad, las nuevas dinámicas residenciales y urbanísticas ¿cómo ve el futuro?

Los cambios siempre producen vértigo porque obligan a replantear la manera en que se venían haciendo las cosas hasta el momento. Venimos de un momento económico muy complicado que todavía no hemos terminado de superar y el futuro se plantea con muchas incógnitas. La aplicación de modelos conocidos y probados no es una garantía de éxito en ningún ámbito, tampoco en el de la arquitectura. Debemos aprender a convivir con la incertidumbre, que parece ser una de las características que mejor define nuestro tiempo.

Aun así, creo que es un momento muy interesante, con muchas oportunidades para la arquitectura y para que las personas que nos dedicamos a este campo del conocimiento nos pongamos al servicio de los retos a los que nos enfrentamos para conseguir una sociedad más justa, más equilibrada que garantice la mejor calidad de vida ahora y en el futuro.

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